El tubo de cobre es uno de los productos no férricos más versátiles: es óptimo para las instalaciones de fontanería, gas y calefacción en los hogares. Además, es un material utilizado en muy distintas aplicaciones industriales, como son la conducción de fluidos y el sector de la energía sostenible.
La oferta de Alsimet incluye tubo redondo y sin soldadura para usos sanitario-industrial, para refrigeración, para uso industrial o LWC y para gases medicinales posible comprar tubo de cobre en Madrid pero también en cualquiera de las otras siete delegaciones de Alsimet en España.
Pero, ¿qué convierte a la tubería de cobre en la más utilizada, por encima de las de plástico o PVC?
Ventajas de las tuberías de cobre
Las características del tubo de cobre lo convierten en un material imprescindible tanto a nivel doméstico como profesional. Hay que tener en cuenta que la tubería de cobre no solo transporta fluidos, además, los protege. Estos son algunos de los beneficios que aporta su utilización:
Una instalación fácil y flexible
La tubería de cobre tiene una instalación sencilla y rápida. Se ensambla con uniones en frío o con soldadura por capilaridad y, de ser necesario algún cambio, se puede desoldar y volver a empalmar. Además, dada su elasticidad, se puede curvar en frío y adaptarse a casi cualquier estructura.
El porqué de la rentabilidad de la tubería de cobre
Su ligereza implica una reducción de costes en el transporte y en mano de obra, al facilitar su manipulación. Esta característica permite también el montaje en taller para su posterior traslado a la obra. Además, su durabilidad convierte en muy positiva la relación calidad-precio de la tubería de cobre: puede alcanzar una vida útil de hasta un siglo.
Gran resistencia al calor y la presión
Las tuberías de cobre no son inflamables ni emiten gases tóxicos. De hecho, su buena conductividad térmica las hace muy seguras en presencia de llamas, hasta el punto ser utilizadas para instalaciones contraincendios. Su resistencia al calor extremo se justifica por el alto punto de fusión del cobre, por lo que las tuberías no se deforman ante temperaturas muy altas, y además presentan un excelente coeficiente de dilatación térmica. Todo esto las convierte en idóneas para calefacciones y sistemas de agua potable.
El frío tampoco afecta a sus características, no en vano el cobre es considerado material criogénico. Por otro lado, gracias a su elasticidad, resiste muy bien las altas presiones y los golpes. Además, las uniones por soldadura toleran también condiciones extremas, lo que lo convierte en un material muy seguro y confiable.
Muy buen comportamiento en exteriores
La humedad o los rayos de sol, por directos que sean, no afectan a las tuberías de cobre, al contrario de lo que ocurre con las de plástico. Al ser muy resistentes a la corrosión y soportar la acción del sol, son perfectas para exteriores, pero también tienen muy buena respuesta enterradas o empotradas. En resumen: las tuberías de cobre permanecen inalterables con el paso del tiempo en condiciones muy extremas.
Otras ventajas las aportan las propias características del cobre: las tuberías son higiénicas (por su acción bactericida y fungicida) y, además, el cobre es condiderado material no CMR (no es carcinogénico, no es mutagénico y no es disruptor hormonal) y ecológico (es 100% reciclable). Por otra parte, los tubos de cobre y sus accesorios son fabricados según norma europea, por lo que la compatibilidad entre componentes está garantizada.
La clave es la durabilidad y la fiabilidad del cobre
Elegir tuberías de cobre es una muy buena decisión, valorando lo lo duradero de cualquier producto elaborado con este material, así como su resistencia a condiciones extremas y el poco mantenimiento que necesita, dada su inalterabilidad ante el paso del tiempo.