El bronce es una aleación de cobre y estaño, aunque también se le puede agregar arsénico, aluminio, fósforo, silicio y manganeso, para lograr distintas propiedades. El resultado supera al cobre en resistencia, dureza, ductibilidad y durabilidad. Por esta razón se emplea en la fundición, como conductor de electricidad y como material imprescindible en la industria naval, ferroviaria y automotriz. También está muy presente en el sector eólico, en la minería y la calderería.
La aleación básica de bronce cuenta con un 88% de cobre y un 12% de estaño. En muchos lugares se conoce al latón como bronce comercial, con una composición del 90% de cobre y el 10% de zinc, sin estaño.
Aleaciones del bronce industrial y su variedad de usos
Las aplicaciones del bronce en la industria son múltiples, como ya hemos comentado con anterioridad. Para dar respuesta a estas necesidades, en Alsimet ofrecemos bronce laminado en distintos formatos, como barras macizas extrusionadas y chapas y cintas, según la norma EN-1652. Pero las distintas aleaciones de bronce que hay en el mercado ofrecen características muy diferentes entre sí, que hacen del bronce un material versátil muy empleado también en la joyería y en la decoración.
El bronce aluminio
También denominado cuproaluminio, tiene una gran resistencia al desgaste y a la tracción. La cantidad de aluminio que contiene varía del 5% al 11%. Es muy indicado para aplicaciones industriales como piñones, coronas y cojinetes, tanto en la industria naval como en la del transporte. Además, ofrece una excelente respuesta a la corrosión —incluida al agua de mar—, muy superior a la de otros bronces. Esto se debe a la película protectora que conforma el aluminio al reaccionar con el oxígeno. Además, es bioestático, por lo que evita la colonización de algas, líquenes y especies marinas como mejillones. Su color dorado también lo convierte en un elemento empleado en la joyería y en la fabricación de monedas.
El bronce plomo
Presenta una gran resistencia a la corrosión, con una buena maquinabilidad y un excelente desempeño hasta sin lubricación en entornos corrosivos o polvorientos. Su gran capacidad de deslizamiento lo hacen el material más indicado para maquinaria de imprenta, papeleras y en general para cuando existe una alta carga con poco engrase o bien sumergida. La diferencia con otros bronces es que, en este caso, el plomo no se alea con el cobre, si no que se distribuye según la técnica de fundido en la masa de la aleación. Esto puede provocar que, si se produce un calentamiento excesivo de una pieza de maquinaria hecha en bronce plomo, haya una exudación de plomo. Estas peculiaridades dificultan también el reciclaje.
El bronce manganeso
Otra aleación presente en la industria es el bronce manganeso. Presenta una muy alta dureza, por lo que es indicado para elementos de maquinaria que soportan mucha carga y aplicaciones de baja velocidad que precisan una alta resistencia de apoyo y al desgaste.
El bronce al silicio
Se emplea para joyería y aplicaciones artísticas, por ser muy moldeable y dúctil, por lo que permite mucho detalle. Asimismo, es más económico que el bronce estaño.
El bronce blanco
También se utiliza para fines decorativos, si bien es indicado para piezas más grandes como esculturas o relieves. Su color es similar al del oro blanco. Pero el bronce silicio, por su alta dureza y gran resistencia a la corrosión, también se emplea en la industria naval, en aplicaciones hidráulicas y del sector químico.
El bronce industrial, un material con múltiples ventajas
Las características de las aleaciones de bronce las convierten en una opción muy empleada en aplicaciones industriales exigentes. Además, la chatarra de bronce se puede reciclar con su fundición en hornos, lo que facilita la apuesta por la economía circular y la sostenibilidad del sector industrial. Consulta en las Delegaciones de Alsimet los distintos formatos y productos de bronce que tenemos disponibles.