Tipos de automatización en la robótica industrial

La automatización y la robótica industrial son claves en el avance de la industria 4.0. De la mano de la productividad, la eficiencia y la precisión, los modelos de automatización industrial actuales reducen los márgenes de error y liberan a las personas de las tareas más peligrosas o repetitivas. En el caso del sector siderometalúrgico, contar con la robótica en procesos de mecanizado de metal aporta numerosas ventajas, al poder hacer frente a las exigentes condiciones de los procesos de producción.

La automatización industrial se resume en el uso de tecnologías para controlar y monitorizar procesos industriales y maquinaria, logrando que funcionen de forma automática. El objetivo, reducir lo más posible la intervención humana. Así se evita exponer a los trabajadores a entornos poco saludables, a la vez que se reduce su estrés y su fatiga. De esta manera pueden aportar más valor en tareas más cualificadas. Adoptar la tecnología para sumarse a la industria 4.0 incluye también el uso de Big Data, de Inteligencia Artificial y Machine Learning.

Tipos de automatización en la robótica industrial

Hay tres modelos de automatización generales, que se adaptan a las necesidades de cada industria y de cada modelo de producción:

Automatización fija

Es un tipo de automatización en la que el robot se programa para ejecutar una tarea sucesiva, como sucede en las producciones a gran escala. La mayor ventaja es que no se pierde precisión, por lo que se obtienen grandes cantidades de piezas con características idénticas a costes bajos. Eso sí, una vez ese producto deje de fabricarse, se presenta una importante limitación, puesto que no es posible reconfigurar el robot para adaptarlo a procesos diferentes.

Automatización programable

Es un sistema que permite reprogramar el software que emplea el robot, por lo que se puede adaptar a distintas tareas. Es una opción versátil, muy ajustada a las necesidades de producciones con varios modelos de un mismo producto y en cantidades reducidas. Sin duda, la personalización es la gran ventaja de este tipo de automatización industrial.

Automatización flexible

Es una opción mixta en la que los robots están conectados entre sí. Intercambian información para coordinar sus acciones, con un ordenador central que dirige todos los sistemas, que funcionan de forma independiente. Así, la automatización de las tareas genera un proceso conjunto y ordenado, indicado para producciones medianas que exigen ajustes regulares. Estas personalizaciones se realizan al comienzo del proyecto.

El reto del empleo en la industria 4.0

La fundición y la forja comprenden tareas muy automatizables, como el moldeo a presión o a coquilla, así como el desbarbado de piezas. Además, en la siderometalurgia en general, los robots industriales permiten automatizar la línea de montaje y aumentar la eficacia en tareas clave como el pegado y la soldadura. Pero los cambios que traen aparejados la integración de la automatización y la robótica en la industria, en ocasiones, levanta el temor a que los robots sustituyan la mano de obra humana. Si bien es cierto que se eliminan los puestos menos cualificados, aumenta la demanda de profesiones relacionadas con la ingeniería, el mantenimiento y la automatización industrial. Es una realidad que algunos puestos de trabajo se resienten con su avance, pero también supone un reto para los profesionales. Su implantación exige una mayor preparación, una apuesta por la cualificación y el aprendizaje continuo. Así lograremos ser más competitivos y rentables, algo fundamental para el progreso.

En los centros de servicio de Alsimet se trabaja desde hace años para adaptar la tecnología a los servicios de corte a medida y acabados que ofrecemos a nuestros clientes, con el objetivo de mejorar la productividad y lograr un resultado final óptimo.