Las características del cobre lo convierten en el material más adecuado para fabricar tubos tanto para la construcción como para la industria. Además, sus aleaciones pueden adaptarse a múltiples usos, como es el caso del bronce (cobre + estaño) y el latón (cobre + cinc). De hecho, Alsimet es el líder a nivel nacional de barra de latón, aunque también es muy demandada la chapa de latón. Es un material que presenta mejores condiciones mecánicas que el cobre y que resiste mejor la oxidación.
Tubo de cobre en la conducción de fluidos
Los sistemas de refrigeración y calefacción tienen en el cobre su principal aliado, dada su alta conductividad térmica. Lo mismo sucede con la conducción de agua y del gas. En el caso del aire acondicionado, el uso del cobre genera además beneficios a nivel de ahorro y de sostenibilidad. Con su presencia es necesaria menos energía para alcanzar un enfriamiento parecido, lo que incrementa la eficiencia energética.
En esta misma línea, su uso en entornos sanitarios supone una ventaja, porque facilita la dispersión de los virus y bacterias. Con la utilización de un material como el cobre en los sistemas de aire acondicionado de hospitales y clínicas, así como en otras superficies de contacto, se consigue disminuir el riesgo de infecciones microbianas durante el período de hospitalización del paciente. Igualmente, no es en absoluto perjudicial para las personas o el medio ambiente.
Si se obvian los metales preciosos, el cobre es el mejor conductor de calor y electricidad. Por ello es uno de los principales materiales presentes en aplicaciones del sector energético. También es muy empleado en transformadores, motores y embarrados o barrajes, para lo que se usa en forma de pletina de cobre.
En las energías renovables es un elemento clave por varias razones: permite la soldadura, lo que lo convierte en un metal económico y perdurable; además, el cobre mantiene intactas sus propiedades incluso después de reciclarlo varias veces. El reciclaje de cobre permite ahorrar energía y emisiones de CO2, así como introducir en el mercado, de nuevo, un metal no ferroso de enorme valor.
Los formatos del cobre
Con tantas aplicaciones, no es de extrañar que sea el metal más utilizado a nivel mundial, solo después del hierro y el aluminio. Para sus múltiples usos se presenta como barra de cobre, pletina de cobre o tubo de cobre. Cubre así necesidades en áreas tan variadas como la construcción naval, la fontanería, la refrigeración, la decoración, la joyería, etc. Para completar, se encuentra la chapa de cobre, que se obtiene tras un proceso de laminación hasta conseguir el espesor deseado.
A la hora de comprar cobre en Alsimet hay que valorar que se presenta en tres estados: duro, semiduro y recocido, en función de su plasticidad y del uso posterior.
