Puentes, túneles, muros de contención, estructuras de aparcamientos de varios pisos, pasos elevados, rascacielos, construcciones en zonas de riesgo sísmico... Cualquier estructura que necesite un extra de refuerzo emplea barras de acero inoxidable, muy utilizadas en el sector de la construcción para reforzar hormigón. Son barras macizas fabricadas con acero inoxidable austenítico, una aleación que incluye cromo y níquel de acero no magnético para aportar propiedades anticorrosivas.
¿Cuáles son las principales ventajas de las barras de acero inoxidable para la construcción?
Las propiedades tanto físicas como mecánicas de las barras de acero inoxidable las convierten en un elemento clave en la construcción. Pueden ser redondas, cuadradas, rectangulares, hexagonales u ovales, si bien las de sección redonda son las más empleadas como refuerzo del hormigón armado, así como en la elaboración de ferrocemento. Además, pueden ser lisas, estriadas y reviradas. Todas ellas aportan estas ventajas a los proyectos constructivos:
- Alta resistencia a la tensión, soportando grandes cargas sin fracturarse.
- Alto límite elástico, que evita deformaciones.
- Fuerza y durabilidad.
- Gran resistencia mecánica y a la corrosión. Sobre el acero inoxidable se conforma una capa protectora frente al óxido que, a diferencia de lo que le sucede al acero al carbono, no genera presión en el hormigón.
- No necesitan mantenimiento.
- Resulta un material muy rentable al tener un ciclo de vida que supera los cien años.
- Es un material ligero y fácil de transportar.
- Las barras de acero inoxidable 304 tienen una resistencia extra en temperaturas extremas. Es el acero austenítico más común, también denominado acero 18/8 o A2. Se compone de níquel entre un 8% y un 10,5% y cromo entre el 18 y el 20% de su peso. A diferencia del 316 no contiene molibdeno, que es el elemento que convierte al acero en más adecuado para aplicaciones marinas, al convertirlo en un acero "a prueba de ácidos".
- Es resistente al fuego.
La barra de acero inoxidable se puede usar también para aplicaciones domésticas (rejas, elementos forjados para puertas o ventanas) además de para fabricar herramientas. Pero es en el mundo de la construcción en donde la barra de acero inoxidable ofrece las mayores ventajas dada su excelente resistencia a la corrosión.
¿Por qué elegir barras de acero inoxidable frente a barras de acero de carbono?
La respuesta es sencilla: el acero inoxidable permanece inalterable durante mucho más tiempo. Así, el acero al carbono se puede degradar al entrar en contacto con oxígeno y cloro que penetre en el hormigón. Esto puede provocar su oxidación y rotura, generando problemas en la estructura.
En los años 70 se hicieron pruebas en las que se expusieron a entornos salinos durante años a barras de ambos materiales. El acero inoxidable mantenía sus prestaciones intactas, mientras que el acero al carbono mostraba signos de corrosión y de pérdida de fuerza. Es más, el inoxidable, hasta en estructuras de hormigón dañadas en las que estaba expuesto, no sufrió ningún proceso corrosivo durante veinte años, mientras que el acero al carbono empezó a sufrir deterioro a los seis meses.
En Alsimet se puede comprar barra de acero inoxidable para construcción, tanto redonda como hexagonal, en largos de 3 a 6 metros y con una calidad AISI 303-304, además de otros férricos de construcción como el corrugado o el mallazo.