Inestabilidad e incertidumbre en el mercado internacional del acero

La enorme producción de acero chino está haciendo que se tambalee el sector. Cada decisión que toma el gigante asiático afecta al mercado a nivel mundial. En 2019 se ha conocido que crecerá su demanda de hierro un 4,5%, por lo que han saltado las alarmas por el alza de este material. Otro de los factores que están afectando al acero es el aumento de los aranceles antidumping sobre algunos tubos y tuberías sin soldadura de aleación de acero, importados de EE.UU y la UE. A todo esto se suman desastres climáticos y humanos en los principales países productores. Es el caso de Australia, en donde ha bajado la extracción por motivos climatológicos. Por otro lado, en Brasil, el accidente de Minas Gerais supuso una enorme subida del precio del acero.

Las principales empresas siderúrgicas chinas se han reunido para tratar esta tendencia al alza en los precios, bajo el nombre "Asociación China del Hierro y el Acero". Denuncian una desconexión del precio con la oferta y la demanda, por lo que exigen medidas gubernamentales para garantizar un precio más justo.
 

La situación actual del acero en Europa

Tras un período de recesión, la demanda creció en 2018, pero no es suficiente para dar por finalizada la crisis. Una de las trabas para superarla es el aumento de la producción de acero, sumada al crecimiento de las importaciones, que se han disparado tras la decisión de EE.UU. de imponer aranceles al acero extranjero. Ante esto, muchas naciones productoras, entre ellas Turquía, deciden enviar sus excedentes a Europa. Esta situación distorsiona el mercado europeo, en especial el de España e Italia. De hecho, ha sido una de las causas de los recortes de Arcelor en Asturias, a la que se suma el alza del precio de las materias primas, la electricidad y los derechos de emisión de CO2.

Para mitigar esto, la UE ha tomado medidas con respecto a la entrada de productos siderúrgicos sin aranceles, algo que no ha gustado a EUROFER (The European Steel Association), que prevé una disminución del consumo para este año. La patronal del acero señaló a principios de este mes de julio que están en peligro miles de empleos de la industria, que ha anunciado cierres y paradas por este aumento que califican como «irracional» de las cuotas libres de arancel.

EUROFER se ha reunido a finales del pasado mes de junio en Bruselas para solicitar a la UE más medidas que garanticen el futuro del sector. Deben pasar, según el presidente de la asociación, Geert Van Poelvoorde, por la protección frente a las importaciones de terceros. Todo ello empuja al recorte de la producción por parte de las empresas acereras, a lo que se añade una demanda débil. De hecho, la patronal prevé que la demanda de acero en Europa disminuirá un 0,4% en 2019, mientras que las importaciones provenientes de países de fuera de la UE han crecido este año más del 12%, superando la cifra récord del 2018.

Entre las exigencias de EUROFER está que las cuotas a las importaciones se adapten a la situación de cada país, además de establecer un control que iguale los derechos de C02 entre el acero importado y el local. Según afirmó Van Poelvoorde en rueda de prensa tras la reunión con representantes de la UE, "la demanda no cambia, mientras que las importaciones cambian. Cuando las importaciones aumentan sin igualdad de condiciones no podemos tirar nuestro producto al mar".