Fabricación de tubos de metal y tipos: con y sin costura
La fabricación de tubos metálicos ha cambiado mucho en los últimos años con los avances tecnológicos. En el siglo XIX se elaboraban, únicamente, con la técnica del laminado. Esto implicaba procesos largos mediante los cuales las chapas de metal se unían en la forja a través de una soldadura o costura, dándoles así forma cilíndrica. Pero, a día de hoy, es posible fabricar tubos de metal sin costura (o extrusionados) o con costura (soldados).
El proceso de fabricación de tubos metálicos
La aplicación y las prestaciones son clave a la hora de elegir tubos metálicos fabricados de una forma u otra. Así, tenemos:
Tubos sin costura
Los tubos sin costura se fabrican a partir de un lingote metálico (de acero, cobre, aluminio, latón, etc.), aplicando un proceso de laminado en caliente o en frío. También se usan técnicas como la perforación o el moldeado con idéntico resultado: un tubo sin soldadura alguna. Este es el método de fabricación más adecuado para tubos más gruesos y pensados para soportar la corrosión y presiones presión en cualquier dirección. También se puede emplear el trefilado en frío, con el que se obtiene un tubo con una resistencia media-baja pero liso en su interior.
La tubería de acero y la tubería de cobre se emplean en la industria térmica, en fontanería, en el transporte de gas, en la industria petroquímica, en las centrales eléctricas, etc.
Tubos con costura
El proceso de fabricación del tubo con costura o tubo de soldadura comienza con el plegado de la chapa metálica. A continuación se lleva a cabo la soldadura para conseguir la forma cilíndrica o cuadrada que se necesite. Puede ser fabricado con costura longitudinal, el proceso más antiguo, o con soldadura en espiral o helicoidal. En el primero se parte de una chapa que se dobla con unos rodillos para unir los extremos longitudinalmente con una soldadura, formando así el tubo. En el segundo, la soldadura va como roscada a lo largo del tubo, en vez de en línea recta. En ocasiones se disminuye esa costura con un tratamiento en caliente y un pulido posterior.
Su producción industrial supone costes bajos y ahorro de material, y se consigue además un producto final resistente. El tubo con costura se ha usado en amplios sectores industriales: aeroespacial, aviación, energética, automotriz, industria ligera, etc.
Diferencias entre tubo con costura y tubo sin costura
Según la aplicación conviene utilizar un tipo de tubo u otro:
- Los tubos sin costura soportan presiones muy altas sin sufrir ningún daño, mientras que la costura de los de soldadura es su punto débil. Por esa zona pueden agrietarse bajo condiciones de alta presión. Por su fiabilidad, los sin costura son empleados en la industria térmica, en la petrolera, además de en buques y calderas y equipos de alta presión. Son capaces de soportar cargas térmicas, químicas y mecánicas muy exigentes.
- El tubo sin costura parte de un lingote metálico cilíndrico. El tubo soldado se fabrica a partir de un rollo laminado o estirado en caliente, obteniéndose así una superficie de mayor calidad.
- El tubo sin costura solo se puede moldear una vez durante la laminación. Por su parte, el soldado, al partir de una chapa metálica, acepta el laminado, doblado y otros procesos.
- El tubo sin costura suele ser más caro porque exige unos procesos y una maquinaria más compleja, mientras que el con costura, además, se fabrica en menos tiempo.
En Alsimet ofrecemos tubo de cobre sin soldadura en estado duro, semiduro y recocido para su uso como tubo sanitario y para fines industriales, instalaciones de aire acondicionado y refrigeración, para gases medicinales o vacío. Asimismo, tubo de latón extrusionado, estirado y calibrado y tubo de hierro laminado en frío o en caliente y soldado.
