El acero es una aleación de hierro con una cantidad de carbono variable. También se pueden incluir cantidades pequeñas de níquel o cromo, en función del uso que se le vaya a dar. Es muy utilizado para fabricar herramientas de corte, partes de máquinas y para formar parte de estructuras de edificios, puentes, etc. Se puede encontrar en elementos muy cotidianos como son muros, aceras o forjados.
En construcción tiene un papel vital en forma de mallazo férrico, también conocido como mallazo de obra, mallazo de hierro o malla electrosoldada.
La ventaja del acero corrugado
Las mallas de acero corrugado y electrosoldado son un producto que se emplea en armaduras de hormigón armado. Están formadas por alambres o barras de hierro cruzadas de forma perpendicular. En las zonas de contacto se une el material con soldadura eléctrica.
Esas armaduras las integran un grupo de barras de acero corrugado que pueden servir para, junto al hormigón, resistir ciertas tensiones. Igualmente cumplen una tarea constructiva, reforzando las estructuras, y ayudan a evitar posibles fisuras del hormigón.
El proceso de fabricación del mallazo y sus partes
La malla electrosoldada pasa por dos fases: la de terfilado y la de soldado. En la primera, se saca de las bobinas el alambre, que será moldeado para obtener la corruga y el diámetro necesario. En la segunda, se sueldan los alambres longitudinales a los transversales, obteniendo el mallazo.
Las partes que componen el producto final son tres:
- Armadura principal o longitudinal: serán las que soporten la armadura secundaria. La forman las barras más largas de la malla.
- Armadura secundaria o transversal: integran la llamada armadura de repartición. Son las más cortas el mallazo.
- Zona de solape: es la parte que no tiene barra longitudinal y por la que se suelen suporponer entre sí las mallas.
Aplicaciones del mallazo y ventajas
También supone una ventaja la rápida instalación que permite, así como la reducción del desperdicio de material.