Skip to content Skip to navigation

El cobre, un aliado eficaz contra el coronavirus y otros microorganismos

Categoría: 

La utilización de cobre en tubos, superficies, grifos, pomos, pasamanos y otros elementos presentes en estos centros es garantía de higiene y salubridad. Su acción antimicrobiana es de sobra conocida para evitar contagios de enfermedades como la gripe o la gastroenteritis. De hecho, la humanidad lo emplea con estos fines desde hace siglos. Por eso, frente a la crisis sanitaria de la COVID-19 el cobre tiene mucho que aportar: se ha comprobado que desactiva el virus en menos de 4 horas, mientras que en el plástico o el acero inoxidable puede permanecer hasta tres días.

Un elemento más higiénico y seguro que el acero inoxidable

Imagen tubo de cobre 2Las infecciones hospitalarias generan un relevante incremento en la morbilidad, en la duración de las estancias de los enfermos y, por tanto, en el gasto sanitario. Según datos de la OMS, más de 1,4 millones de personas en el mundo contraen infecciones en los hospitales. Esto, en los países más desarrollados, supone entre el 5% y el 10% de los pacientes que ingresan. En los países en vías de desarrollo, los riesgos son de 2 a 20 veces más que en los países favorecidos. De hecho, en algunos de ellos, se infectan más de un cuarto del total de los pacientes.

Las superficies de contacto son una enorme fuente de contagio de múltiples enfermedades —se calcula que causan hasta el 80% de ellas—, por eso la limpieza debe ser continua. Pero, a pesar de la higiene, el cobre y sus aleaciones siguen siendo el material más efectivo para evitar riesgos. Por ejemplo, el cobre mantiene una carga bacteriana hasta un 90% menor que el plástico, mejorando también las tasas del acero inoxidable y hasta de la plata. Esto es provocado por su potente acción, que inactiva constantemente los microorganismos. Tanto es así que, según un reciente estudio, con el empleo de cobre se podrían evitar hasta el 58% de las infecciones adquiridas en los hospitales.

El cobre antibacteriano, la mejor solución para evitar infecciones por contacto

El cobre está presente en todo el planeta, y es esencial para todos los seres vivos. Su capacidad antimicrobiana es intrínseca, por lo que no es necesario añadir tratamiento alguno para que sea seguro. Además, es 100% reciclable, por lo que es improbable que llegue a agotarse.

Es más, el cobre antimicrobiano es el único material que, según la Agencia de Protección Ambiental de EE.UU. (EPA) inactiva continuamente los microorganismos que alcanzan su superficie. Tanto es así, que es eficaz hasta el 99% en las dos primeras horas de exposición, ya sea contra hongos y bacterias como contra virus. También elimina las temidas "superbacterias" en pocos minutos. Además, esta acción antimicrobiana no sufre desgaste alguno, conservándose intacta hasta con la exposición regular al sol o la humedad, o con la aplicación de productos de limpieza.

Asimismo, es ampliamente utilizado en instalaciones de agua y calefacción por sus propiedades bacteriostáticas. Las tuberías de cobre ayudan a mantener una buena calidad del agua, puesto que previene que se formen películas y hongos que originen brotes de enfermedades como la legionella. Lo hace a través de la denominada "muerte por contacto", el proceso por el que estos microorganismos se inactivan ante el cobre. Por otro lado, evita que el agua adquiera olor o sabor, al no verse afectado por el oxígeno u otros agentes externos. Tampoco emite gases, y soporta presiones muy altas, reduciendo al mínimo el riesgo de fugas.

Pero el cobre no solo puede tener una aplicación eficaz en centros sanitarios. En aeropuertos y, en general, lugares de mucho tránsito de personas el cobre puede ser una barrera eficaz contra la expansión del coronavirus. 

En Alsimet comercializamos tubo de cobre para aplicaciones sanitarias e industriales (tubo sanitario EN-1057, tubo LWC y tubo para gases medicinales, entre otros), además de formatos como la barra de cobre, la chapa, la cinta y la pletina.

Tubo de cobre en una tubería de agua