El latón de forja, también conocido como metal Muntz o metal amarillo, es una aleación de latón cuyo uso se extendió rápidamente en el siglo XIX al ser mucho más económico que el cobre y ofrecía prestaciones similares. Contiene entre el 51% y 61% de cobre y entre el 39% y el 45% de zinc, además de un pequeño porcentaje de hierro, y es una de las aleaciones más empleadas en todo tipo de industrias. Por su ligereza y durabilidad está muy presente en la del transporte, pero también es común en sistemas de agua caliente al resistir muy bien la corrosión.
Un antes y un después en el transporte marítimo
Su nombre proviene del hombre de negocios inglés George Fredrick Muntz, que patentó esta aleación en Inglaterra en 1832. Fue un descubrimiento revolucionario para la época, lo que le llevó a producir miles de toneladas en la década de los años 40, hasta que expiró su patente en 1846 y varios de sus competidores empezaron a fabricarlo también.
Aunque el metal Muntz comenzó a estar presente en todas las industrias, cobra especial protagonismo en el transporte marítimo ya en el siglo XIX. No hay que olvidar que los viajes transoceánicos se realizaban en esos años en barcos de madera, un material que podía sufrir daños con facilidad, máxime en expediciones tan largas. El metal Muntz supuso el fin de estos problemas al aplicarse en el revestimiento de los cascos de los barcos.
El problema de los gusanos comedores de madera y también el de los moluscos que se adherían a las naves reduciendo velocidad y eficiencia llegó a su fin con el uso de este material. Además, en su interacción con el agua crea una reacción química que impide que distintas plagas se adhieran al barco.También se empezó a utilizar la chapa de metal Muntz para proteger los muelles, al soportar mucho mejor que el cobre la corrosión.
Las ventajas del metal Muntz: coste y durabilidad
El proceso de fabricación del metal Muntz es peculiar, sumándose los metales en distintos momentos. Primero se funde el cobre y luego se introducen el zinc y las trazas de hierro. A continuación se coloca la mezcla en moldes de arcilla, para verter después el resultado en lingoteras. La forma final será normalmente de chapa. Hay que sumergirlo entonces en una solución de ácido sulfúrico débil y aclararlo con agua, y ya se puede utilizar.
El ser un material anticorrosivo con excelentes prestaciones en alta mar ayudó a mejorar el transporte marítimo, aportando una durabilidad excepcional, más asociada al bronce pero por un coste mínimo en comparación. Pero, sin duda, fue el coste lo que marcó la diferencia. Con una menor cantidad de cobre que en el latón convencional se fabrican grandes cantidades de metal Muntz a un precio muy competitivo y con una gran rentabilidad. En su momento, este era hasta dos tercios menor que el precio del latón.
Aplicaciones del latón de forja o metal Muntz
A día de hoy sigue presente en entornos marítimos, a pesar del avance de otras aleaciones parecidas, como es el caso del latón naval y del latón almirantazgo, que lo han sustituido por ejemplo en la capa protectora de los barcos. Aún así se sigue usando en tuberías y en algunos elementos de los buques por su rentabilidad y durabilidad.
Además, fracias a su aspecto dorado brillante, la resistencia a la corrosión y el precio también es muy empleado en muebles y diseño de interiores. Asimismo, su ductilidad lo convierte en el material perfecto para estampaciones y prensados, lo que sumado a su aspecto lo convierte en tan popular aún a día de hoy.
El metal Muntz también se usa en tuberías y fontanería en general, por su potente acción antibacteriana. Además, los pernos de buena parte de la maquinaria industrial actual son de metal Munz, sobre todo por su precio y porque es un metal muy fácilmente moldeable, del que se pueden extraer piezas de todos los tamaños con una gran resistencia y durabilidad.
En Alsimet se puede comprar latón en distintos formatos para aplicaciones industriales, decorativas y generales. En los centros de servicios de Molins de Rei (Barcelona) y Parla (Madrid) s ofrecen corte y distintoss tratamientow, así como un servicio de recogida de virutas y chatarras no férricas en el caso del centro de Barcelona.