El cobre es el motor de una industria que facilita material imprescindible a sectores tan diversos como el de la automoción, las telecomunicaciones o la electricidad. Resulta clave en la creación de infraestructuras y hasta en la distribución de alimentos. Además, estos meses de pandemia han puesto en valor su importancia a la hora de fabricar elementos sanitarios seguros e higiénicos, como es el caso del tubo de cobre para uso hospitalario. Y, todo, desde el punto de vista de que el cobre es un material 100% reciclable, por lo que su utilización favorece el desarrollo sostenible al permitir un importante ahorro de energía y de emisiones.
Pero el mercado del cobre tiene una particularidad: una fuerte concentración tanto en la oferta como en la demanda. Así, Chile genera hasta el 46% de la producción mundial, mientras que China, ya en plena reactivación frente a los daños económicos causados por la pandemia, concentra la mayor parte de la demanda. Por otro lado, Europa o Estados Unidos aún están manejando rebrotes, por lo que su economía sigue sufriendo el impacto del virus. Esto muestra que, si bien la subida del precio del cobre es un indicador positivo en cuanto a recuperación, de momento solo la ubica en el país asiático.
El cobre, presente en todas las industrias
El cobre se usa en las infraestructuras por ser fiable, eficiente y duradero. Así, es imprescindible en sectores como el energético o el transporte. Resulta esencial en las vías ferroviarias y las redes eléctricas (producción, entrega y almancenamiento de energía), las telecomunicaciones (redes, centros de datos, torres, etc.), el suministro de agua, los usos sanitarios más esenciales y la construcción, en donde destaca por su aporte a la eficiencia energética.
En el sector alimentario está presente en la agricultura, en donde ayuda a producir más producto y de mejor calidad, y también a la hora de conservar los alimentos frescos. Así, encontramos cobre en sistemas de fertilización, en la gestión de recursos hídricos y de residuos, en la tecnología para alimentar la maquinaria agrícola y en la refrigeración de alimentos.
El sector sanitario también se ve beneficiado de las propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas del cobre y su gran durabilidad, entre otras ventajas. El cobre y sus aleaciones son esenciales para aplicar tratamientos médicos y para mejorar la calidad asistencial y de vida de los pacientes. Es básico para dispositivos de diagnóstico (realización de electroencefalogramas y resonancias), robots quirúrgicos, implantes, impresión en 3D de tejido humano, respiradores, dispositivos para la vista y el oído y multitud de componentes.
En la tecnología hay muchos metales que resulta insustituibles en un mundo cada vez más interconectado. Los smartphones y los equipos informáticos son los productos más habituales, con una exigencia de los denominados minerales críticos o tierras raras, que son un total de 17 elementos muy valiosos por sus propiedades magnéticas, conductoras y luminiscentes. Pero el cobre también está muy presente en estas aplicaciones, además de en el desarrollo de la inteligencia artificial y en la construcción de edificios inteligentes y sus sistemas de climatización. Además, las energías renovables cuentan como el cobre como gran aliado para la fabricación de turbinas e ólicas y de paneles solares. Gracias a su alta conductividad, hasta el 60% de total del cobre se emplea en este sector.
Además, el cobre está presente en sectores como el aeroespacial, el automotriz, el militar, las comunicaciones o las cada vez más necesarias tecnologías limpias o ambientales. En resumen, el cobre es un material básico en toda la industria y protagonista de la economía verde. En Alsimet proveemos a empresas nacionales e internacionales de cobre en una amplia variedad de formatos. Es posible comprar cobre para usos industriales en barra, chapa, cinta, pletina y tubo. Consulte con nuestros Centros de servicios para cortes a medida y acabados.